martes, 23 de mayo de 2017

Señora que escucha los martes


Escena dieciseisavagadner.
La señora se leyó en los albores de su adolescencia un libro de Freud y ejerce de psicóloga los martes recibiendo llamadas de gentes dispares a la par que atormentadas.
   - Rin rin rin (sonido onomatopéyico de un teléfono al uso) (no va a ser de un gallo)
La señora coge el auricular.
   - Señora que escucha.
   - Buenas. Soy Marcelino. Quería hablar un rato.
   - Habla Marcelino. Soy toda orejas en forma de parabólica. 
   - Me siento solo.
   - ¿Y en qué te basas para hacer tamaña dedución?
   - En que estoy solo. 
   - Pero si el martes pasado te sentías pletórico. Tenías un montón de planes a la vista. Las mujeres te miraban con ojos golosos. La chorbagenda palpitaba plena de posibles cópulas.
   - Sí, sí y más veces sí. Soy consciente de mi atractivo físico. Ahora mismo tengo a tres mozas mirando el teléfono fijamente, sentadas en un taburete a la espera de que yo me decida a llamarlas. 
Si eso se produjera, las bragas de todas y cada una de ellas caerían a media asta en menos que canta un gallo.
   - Entonces, ¿por qué te quejas de soledad si George Clooney a tu lado palidece? 
   - No sé. Por eso llamo. Porque cojo el teléfono, tiro los dados para seleccionar a la afortunada y luego me quedo mirando el gotelé del comedor.
   - Tal vez el gotelé precise un par de manos de pintura. O pudiere ser que aún tengas en mente a la cálida y sensual Florinda. Sólo han pasado dos lunas desde que huyó.
   - No me mientes a esa ramera. Ayer mismo me llamó para decirme que me echa de menos.
   - Entonces es por ello tu sinvivir.
   - Ahora quiere que sea su follamigo. De lunes a jueves. Y a partir del viernes, ahí te quedas...
   - Yo le veo su parte ventajosa. El finde siempre puedes llamar al trío del taburete, si no se han cansado de permanecer a la espera. En la variedad está el gusto.
   - Pero Florinda...
   - A ver, ¿qué tiene Florinda que no tengan las señoras del taburete? Centrémonos en la que más te guste de ese simpático trío.
   - Mmmmm un trío. Mejor las cito a las tres. Tengo ganas de un trío. Hace mucho que no hago un trío.
   - En este caso y sumando al macho dominante, sería un cuarteto. Y si se arrimara Florinda, caso poco probable al estar fuera de turno, podría acabar en chirigota. En fin, si te ves con fuerza y vigor, adelante. Ve a la farmacia en busca de un potenciador sexual y la semana que viene ya me narras.
   - De acuerdo. Ello haré, pero mi miembro no necesita aderezos ni pócimas. Eso es para fracasados. 
Gracias, señora que escucha.
   - Para eso estamos.

 

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