17 años ya trabajando en Cádiz.
Y en tan buena compañía. Don Nacho y don Víctor también soplan velas a mi vera. Ellos llegaron a la par que una servidora.
Aterricé por estos lares junto a estos dos elementos, un 27 de octubre, creo que era lunes.
Y lo creo porque aproveché el fin de semana para echar el hatillo en el Renault 9 gris, más viejo que el hilo negro, y coger la autopista, rumbo a la tacita de plata, porque empezaba el lunes siguiente.
Así, sin anestesia local, un viernes en Sevilla y el lunes en Cádiz.
Miembra honoraria del entonces famoso Comando Itinerante, que fue fulminado sin piedad por esta crisis sin fin.
Así llegué a Cádiz, sin piso, sin dinero, sin toda la tecnología punta que ahora amontonamos, pero loca por empezar una nueva vida.
Y una nueva apuesta laboral, los informativos más cercanos, los provinciales.
Y la apuesta salió bien.
Y aquí sigo, seguimos los tres, 17 años después. Con un montón de vivencias a nuestras espaldas.... y de informativos... y ¿cómo no? de carnavales, que también nos metimos de cabeza, los tres.
Dispuestos a seguir cumpliendo los años que hagan falta.
Y a jubilarnos en este marco.
Si nos dejan....