miércoles, 1 de octubre de 2014

Señora que escribe en el calendario


Septiembre se me ha escurrido entre las manos.
Me levanto hoy miércoles y la hoja del calendario está gastada, emborronada de vivencias, de alegrías y sinsabores, de visitas familiares, de escapadas marbellís y catarros cabezones.
De un vistazo ves todo el mes, casilla a casilla, porque yo lo apunto todo, lo escribo y lo dibujo.
Como soy un ser desmemoriado siempre tengo un bolígrafo en la mano, presto a relatar mi realidad.
Y hoy toca borrón y cuenta nueva.
Dar la vuelta a la hoja del calendario y estrenar mes. Me encanta el momento. Un mes en blanco.
Octubre.
Octubre que llega ¿cómo no? con su recorte tremendo en la nómina, cada vez más desmesurado, con su veranillo atrasado con levantera incluída, su flota pesquera amarrada por ese levante, amarrada como mi bicicleta en estos días excesivamente ventosos.
Octubre otoñal, de hojas secas y amarillas en mi recuerdo, de largos paseos por la orilla del río mirobrigense-salmantino....
A día de hoy paseo por la arena del mar, que tiene su aquel pero no es lo mismo.
Acá suenan las olas y no los pajaricos, o los grillos. O lo más importante, el crujido de las hojas.
En vez de hojas secas, me hidrato el ojo seco que me diagnosticó ayer la oftalmóloga. Lágrimas de farmacia, envasadas, no sé si tristes o alegres. ¿También las fabricarán los chinos?
Ay señor, la imagen que se me viene a la cabeza.... ¡quita, quita!
Octubre, lleno de cuadritos por rellenar, de vivencias por vivir.
Espero que cuando ya lleno de notas, le eche el último vistazo antes de pasar la hoja, lo haga sonriendo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario