sábado, 10 de mayo de 2014

Señora que juega con tronos


Soy Daenerys de la Tormenta, de la casa Targaryen, de la sangre de Aegon el Conquistador y Maegor el cruel,
khalesi de los dothrakis y madre de tragones. 
Sí, de tragones porque hace un par de días que llené la nevera y ya sólo quedan 2 gelatinas de limón, un trozo de cabrales revenido, un tomate arrugao y el jarabe de la tos.
Seguro que en alguna app del iPhone son capaces de hacer una ensalada con estos ingredientes, pero yo no me voy a arriesgar.
Así que toca abordaje, cojo la lista del corcho donde vamos apuntando los artículos que le quedan dos telediarios y el supercarro azul y me voy al super, con los cupones descuento hechos un grumo en el monedero, que la economia está para pocos cohetes
A la puerta del super el señor que tiene un letrero que reza "Vivo en la calle. Pido para comer" me saluda mientras se echa un cigarrito.
Aparco mi carro en doble fila y cojo un cesto rojo con ruedas, con tanta mierda adherida que decido no comprar fruta ni nada que venga desprotegido. ¡¡¡¡Sanidaaaaad!!!! 
El cesto rojo hace siglos que no pasa la ITV de cestos. Lleva una rueda frenada, supongo que por la mugre y la dirección escora a la derecha. Todos están igual. Pidiendo a gritos la prejubilación.
Segunda prueba. Dejarse las uñas intentando sacar un cartón de leche. Que digo yo, que podían avisar de que llevaras aparte de la tarjeta y los cupones descuento, un cúter.
Porque plantan en las estanterías lo que viene a ser un conjunto de elementos, bien rodeados de plástico prensado y tú llegas y te preguntas cómo coño le metes mano a esa muralla inexpugnable.
Al final dices, ya llevaré la leche otro día. Cuando pase por ahí alguien con una katana y se digne darle un buen tajo.
Una abuelita me pide que le alcancé una botella de Rioja. 
Eso es, dale a tu cuerpo alegría Macarena.
Aunque la veo ir hacia la caja y me temo que las alegrías que Macarena le da al cuerpo son con forma de ibuprofeno y pastilla de la tensión. 
El tinto será para cuando venga el niño a comer la paella el domingo.
Ya de puestos, estiro el brazo otra vez y meto una botella en mi cesto rojo. Que el tinto tiene muchos antioxidantes y no quiero acabar escorando como el cesto.
Poco a poco la lista se va acabando y el cesto rojo empieza a quejarse con un chirrido que llega hasta la coclea. Lo mismo está pidiendo un trago ....
Con semejante banda sonora es mejor dar paso a los créditos. 
Vuelvo con mi carro azul hasta las trancas. Para mis tragones.
A ver lo que dura el festín. 

Soy Daenerys de la Tormenta, de la casa Targaryen, khaleesi de los dothrakis y heredera legítima del trono de hierro. Aunque ahora mismo me conformo con el sofá....






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