Recibimos muchas visitas en mi centro de trabajo. Muchas y variopintas, desde entrañables abueletes a estudiantes de imagen, pasando por el cuñao de Pamplona que viene a pasar unos días.
Pero para mi, las más lindas suelen ser las protagonizadas por niños pequeños.
En general, el foco de atención de nuestra labor es el plató de televisión, donde todo el mundo se hace la foto conmemorativa.
Hoy la visita no se puede calificar como oficial.
El pequeñajo de mi compañero Javi se acercó correteando y sin siquiera esperar a que le diera la luz se coló en el plató. Y nos dio una visión nueva y divertida del habitáculo.
La mesa de plató es un tobogán para sus tiernos ojitos. Y por supuesto levantó los brazos para que su papi lo deslizara por el canto.
No pongo foto porque es menor, pero desde luego es la imagen más original que he visto en este espacio.
Al tercer resbalón su padre le dijo, "Hala, hala, se acabó, que como nos vean, alguno va a pensar que el día de las uvas estábamos tirándonos por el tobogán".
Al salir, pasan al lado de mi taquilla, y Javi le frena para enseñarle las fotos de Guardiola que ornan mi armarito.
-"Este señor se llama Pep"
- "Pep", repite el ñajo.
Y sale correteando de nuevo por el pasillo con la cantinela, "Pep Pep Pep...."
Criaturita.
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