Señora que ya tiene jefe

Día 6 y lunes
Ya tengo jefe nuevo. A estrenar. 
Cada vez son más jóvenes. O yo más madurita.
Hoy llego a trabajar y allí estaban, pasado, presente y futuro. 
El jefe anterior o emérito, que venía en plan representativo, el actual o en funciones, y el nuevo o tomador de cargo.
"Unos que vienen y otros que se van", ya lo dijo Julio Iglesias, el gran filósofo de bronceada faz y fertilidad descontrolada. 
Efectivamente, el jefe recien estrenado, paseó por el cuartel, saludó a la tropa, pasó revista y dijo que mañana a las 8 tomaría el bastón de mando e inauguraría despacho y etapa.
El jefe en funciones, más seriecito que otros días, nos dio las gracias por los años de entrega y servicio, cogió el maletín con emoción contenida, se puso unas gafas de espejos y se marchó. Y a su barco le llamó Libertad.
Bueno, esto es que quedaba bien aquí, pero lo mismo no tiene barco. 
Y esto, niños y niñas, es lo que se llama "Acto de toma de posesión".
Hoy es que iban con prisa, porque tenían que hacer ruta por eso de que somos una provincia variopinta y con muchas sedes, pero normalmente a la presentación seguía un brindis y en tiempos de bonanza, incluso cátering con su chopedpork y su quesito gruyere. 
Yo echo de menos aquellos ágapes así que como había tres jefes, y se fueron dos, le dije al emérito:
  - Habrá que vaciar un vaso, ¿no?
 Pues eso.