martes, 30 de diciembre de 2014

Señora que viaja en medio de nube tóxica


Martes 30. 
8 de la mañana. 
Temperatura exterior 3º C. 
Temperatura interior, muy calentita debido a mi estado de señora cebolla. 
Volvemos a los raíles. Tengo una semana de vacaciones y no puede quedarse una tirada en el sofá bajo siete mantas de pelo. Hay que apresurarse, que los días libres vuelan. 
Subo a un tren. Mientras me instalo en mi plaza escucho a los maquinistas o fogoneros discutir por los turnos. Hablan de un tercero que no hace ni el huevo. 
El típico escapista que se las sabe todas. Anda que no hay...
Dejo a las dos víctimas con sus desahogos y me pongo a deshojar la cebolla, porque en el tren hay una calefacción de padre y muy señor mío.
¿Que las cebollas no tienen hojas? Bueno pues entonces me quitaré capas.
Cuando acabo de descaparme y me quedo en tirantas, diviso en la otra esquina a un señor con aspecto de informático abrigado hasta las cejas, que lleva hasta dos vueltas de bufanda. Tan feliz él. No debe tener sangre, porque creedme que en este vagón se pueden asar pollos.
Y detrás de mi va una señora mayor. 
O de cierta edad... da igual, una vieja, ya lo he dicho.
Como está detrás no la veo pero la siento.....
La he sentido hace 5 minutos, por vía nasal, porque la buena señora se ha dejado ir, así por lo bajini y vamos, que se ha tenido que quedar a gusto. 
Yo he carraspeado un rato, dando a entender que el misil había atravesado las líneas enemigas.
Y ya me pregunto: ¿Por qué cuando viajo en tren atraigo a todos los pedorros del mundo mundial? 
Mi pituitaria aun recuerda al señor gordo del último viaje. 
Encima son de los traicioneros. Este de hoy era de alta traición. Por Dios, que he estado a punto de levantarme y darme un garbeo hasta que se fuera la nube tóxica. 
Esa señora mata hasta al ébola.... 
Espero que haya sido hijo único porque queda mucho trayecto....
Mmmmmm, y ahora acaban de subir Zipi y Zape. 
Esto promete.....

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