domingo, 28 de diciembre de 2014
Señora que reserva un hostal inquietante
Tengo reservado un hostal para uno de estos días.
Lo he reservado por céntrico, porque voy a parar poco en él y por supuesto porque es asequible.
Hoy me meto en Booking a ver los últimos comentarios de los viajeros y el primero da miedo:
"Deprimente, caro para lo cutre que es y con una cucaracha que se pasea por el servicio cantando aquello de la falda almidoná y las patas apoyás en la cadera...."
Hay otro viajero que se queja de que le falta gel, champú y secador. Bueno es saberlo. Ya estoy yo incluyendo la pastilla de Lagarto en la maleta.
Otro dice que la habitación estaba a medio pintar. Meteré un par de brochas.
También se habla de que hay dos tipos de cuartos, unos modernos y otros viejos. Por lo que yo he pagado me parece que me voy a encontrar algún fenicio debajo de la cama.
Es curioso como unos alaban las camas viscolásticas y otros las llaman horrorosas. Los humanos somos tan variopintos.... por eso me gusta leer estos comentarios. Porque luego puedes hacer la media y tienes una idea de lo que te vas a encontrar.
Pero bueno, en general todos aplauden la ubicación porque está en plena Gran Vía, y dicen que el ruido es soportable. Eso y que el personal es agradable. Ya sé que el personal se llama David porque todo el mundo lo pone en un pedestal, y eso me gusta. Sabes que hay una persona profesional. No todo es negativo.
Lo demás seguro que es llevadero.
Que hay poco mobiliario en la habitación.... mientras haya cama....
Que la decoración no coincide con la de la foto.... le hacemos otra foto para renovarle el DNI
Y por si nos encontramos con la lugareña que se pasea por el baño habrá que llevar un presente. ¿Le gustará el Wiskas?
A la vuelta os contaré.
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