domingo, 9 de febrero de 2014

Señora que despierta por una ciclogénesis


Me despiertan los alaridos amatorios del vecino. Eso quiere decir que es sábado noche o domingo al amanecer.
Domingo, día sin máquinas infernales que interrumpen el sueño y a este le da por copular y hacerlo notorio. Hasta leones he visto yo en los documentales de la 2 rugir menos en similares circunstancias. 
Dan ganas de aporrear en la pared y gritar:"¡Ya será menooooos!"
Pero en fin, el mal ya está hecho así que dejemos que termine lo que ha empezado, a ver si en el tramo final se le une la soprano y deleitan a la vecindad con un dueto sublime que arranque ovación vecinal.
Alcanzo el móvil de la mesilla y aprovecho para mirar qué tenemos para hoy en el twitter. "Ciclogénesis explosiva". 
Por momentos dudo si es lo que me ha despertado... pero no. Se refieren a que el temporal de ayer persiste e incluso hoy le va a echar más ganas. Otro que necesita desfogar...
No problem. Ya estoy yo planchando mi sofá de motivos barroco-chinescos.
Mi lindo sofá. ¡Cuántas odas agradecidas le he dedicado! No se sabe si es modelo Maria Antonieta o tapizado con lo que le sobró a algún restaurante chino después de entelar el comedor.
Pero es cómodo y tiene un origen de alcurnia. Lo adquirí en el rastro Reto de abajo de mi casa. 
A la gata le encanta, porque en los laterales se afila las uñas, que tienen ya más flecos que el pijama de Pocahontas. 
A mi en un par de sesiones me arranca el estres que llevo en mi interior. Tengo cita con él todos los sábados. Y eso que no es vibratorio, que no se por qué lo que relaja tiene que ser vibratorio. Ni que a los masajistas les exigieran cuarto y mitad de parkinson para licenciarse. 
Os lo recomiendo. El sofá. No el mío, que tiene un contrato vitalicio con una menda, pero alguno de su promoción.
En el otro piso ahora suena "Al compás del chacachá, del chacachá del tren....". ¡Ay qué mezcolanza! Parece esto el Kiss FM. 
Durante el viajecito la soprano empieza a afinar. El público en silencio mira al techo, todo indica que se acerca el final. 
La escena termina con el lamento desgarrador de Rigoletto. 
Vamos, el público en pie.
Hay que levantarse a ritmo de aria.
"La donna è mobile, qual piuma al vento,
muta d´accento,e di pensiero.
Sempre un amabile, leggiadro viso,
in pianto o in riso, è menzognero..."




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