domingo, 21 de febrero de 2016

Señora que se siente mareada



Día 21 y domingo
Acabo la guardia como el señor de la foto.
Mi cuerpo humano barrunta que se acercan días libres y empieza a rondarme "el síndrome del coordinador".
Os pongo en antecedentes.
Yo tenía un amigo, hace ya algunas lunas, que era coordinador y siempre me decía que cuando estaba en activo se encontraba sano cual pera limonera. 
Pero era llegar el finde, puente o día de asuntos propios y empezaba a entrarle como un mareíllo que a la postre se transformaba en gripe, resfriado o descomposición de ventresca. 
Daba igual el origen del mal, el caso es que los días libres, lejos de pasarlos haciendo parapente, asistiendo a conciertos de clavicordio o metiéndose entre pecho y espalda una lubina a la sal, mi querido amigo veía las horas pasar tiritando bajo siete mantas y hasta las orejas de ibuprofeno.
Yo aviso a los inquilinos que me rondan: no tengo cargo alguno. 
¡Virus de alta gradación, abandonad presto este cuerpo de simple peona!
Out! Out!

No hay comentarios:

Publicar un comentario