Dia 25 y jueves
Sale Madame Caloret a decir que no dimite.
Que todo es falso, las cajas B, la corrupción, el Luivuiton, el collarón de perlas, las hombreras... todo es falso.
Que padece de inenarrable dolor anímico, una extraña dolencia que la obliga a permanecer oteando por la ventana como la vieja el visillo, y por ese motivo no acude al Senado.
Que el Senado es muy útil, porque aunque parezca que no vale para nada, sirve para aforar a gente como ella y ya de paso pagarle 6000 euracos, pero todo muy legal, oiga.
Se descojona la mujer. No puede contener la risa al leer el guión de club de la comedía que está soltando.
Prepotente y orgullosa repite que no dimite, mientras sugiere que se ocupen de los EREs, de los catalanes y de los de Ciudadanos que seguro que algo habrán hecho.
Y a ella que la dejen, que tiene hora en la peluquería.
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