martes, 29 de marzo de 2016
Señora que narra la historia de Jonás
Día 29 y martes
Día de San Jonás, que provenía de la tribu de Zabulón y vivió durante el reinado de Jeroboam II.
Os aportaré un pequeño tinte cultural.
Corría el año trescientos y pico.
A este señor, que era profeta titulado, le mandaron un trabajito en Nínive pero él se acojonó y decidió enbarcarse e irse a otro sitio.
Al parecer los ninivitas eran más conflictivos que los ultras del Galatasaray.
Resulta que el barco en el que iban casi se va al garete por una tempestad de las gordas y el capitán del crucero reunió a todos los viajeros y dijo que allí había un gafe.
Jonás, se dio por aludido, porque le reconcomía por dentro el haberse escaqueao de ir a Nínive.
En aquellos días no se andaban con miramientos, así que al bueno de Jonás lo tiraron por la borda sin un triste flotador de pato al que sujetarse.
Un pez que pasaba por allí se lo tragó. Dicen los escribas o señores que escriben que fue una ballena. ¿Habría por aquellos entonces ballenas en el Mediterráneo?...
Otros dicen que fue un tiburón y algunas fuentes se decantan por una merluza de buen tamaño.
El caso es que Jonás se alojó en la ventresca del pez, cual Gepetto, y oró para que el cetáceo no tardara mucho en llegar a puerto, porque con tanta humedad le estaban saliendo cocorocos en las corvas.
Sus ruegos fueron oídos y la ballena le vomitó en la primera playa que se toparon.
Eso sí, tuvo que ir a Nínive y enfrentarse a los ninivenses.
Aunque se le recuerde unicamente por su crucero a bordo de pez.
Y esta es la historia, niños y niñas, de Jonás el profeta.
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