Día 22 y viernes
Ya sé que estáis todos con el careto metido en el Quijote, leyendo como si no hubiera un mañana.
O eso es lo que hubiera deseado don Miguel de Cervantes, en vez de veros en la misma postura pero cambiando al ingenioso hidalgo por el ingenioso invento de Steve Jobs, mientras el voluminoso Quijote cumple la labor de impedir que la puerta del balcón se cierre de sopetón.
Con lo que le costó escribirlo al pobre Don Miguel, sordo y manco para más inri.
Bueno,vale, tampoco es para pintarlo tan mal, es cierto que hoy se lee el Quijote en un montón de sitios. Eso está bien, dedicarle un día, ¿qué menos?
Pero también es el día de la tierra, nuestro lindo hogar.
Un hogar que tratamos como si fuera de alquiler veraniego, nos hubieran pegado una clavada tremebunda y la venganza fuera el destartale total del inmueble.
Niños y niñas, hay que concienciarse un poco. Que mira que la tierra es chula. Que si nos hubiera tocado Neptuno o Plutón vaya tristeza de sitio. O el de los anillos, que seguro que son pura quincalla.
Un poquito de por favor, gente, que estamos de paso y tampoco hay que ir avasallando como Atila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario