Día 30 y sábado
Rematamos mes.
Ya las franelas y terciopelos del lecho han sido sustituidos por tejidos más livianos.
Las gentes del lugar empiezan a acudir en masa a la playa para efectuar la síntesis de vitamina D.
Es la llamada romería de los pálidos.
Empieza el cambio estacional de armarios, y las botas de borreguillo mutan en cangrejeras.
Ya viene mayo, con sus flores a porfía, y sus ferias, y sus alergias a los pólenes, y su caloret.
Abril no ha sido especialmente positivo, así que puede irse por donde vino. Sin acritud.
Empecé con obras y acabo con barullos comunitarios.
La vida es así. Una serie en la que el guión va cambiando continuamente para evitar el tedio. Mis guionistas se lo curran.
En la calle ladra un perro con insistencia y en la tele Butragueño contesta a la periodista con su habitual sosez.
Son las 6 y debería ir en busca de víveres. En la nevera agonizan dos yogures y tres lonchas de queso.
El perro sigue. Odio los ladridos. Donde esté un ulular.... o un cacareo.
Bueno, voy a bajar a puerto en busca de suministros
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