Día 13 y miércoles
Día de San Hermenegildo, eclipsado totalmente por el Día internacional del beso. ¡Pobre San Hermenegildo, tan ignorado en su día!
El beso vende mucho más.
Hoy es esa jornada en que veremos una imagen hasta decir basta. La de un señor vestido con traje de comunión de marinerito, que está practicamente descoyuntando a una pobre enfermera mientras le arrea un muerdo.
A mi me hacen eso y voy derechita al fisio.
Yo soy muy poco besucona.
Eso de que el beso en España lo lleva la hembra muy dentro del alma... será que soy medio nórdica pero no me aflora con facilidad.
Debe ser educacional porque en casa no recuerdo mucho besuqueo ni con mi madre ni con mis hermanos. Es más, venía la familia del pueblo, que ahí sí había que cumplir por eso de la distancia y corría a ocultarme tras el baúl.
Luego me vine a Andalucía, y aquí vi un notable incremento de ósculos en sociedad. Se sustituye el "ola k ase" por un par de besos. Vuelves a ver a esa persona dos horas más tarde y cae otro par. Y claro, se me empezó a notar en la cara que me costaba trabajo adaptarme al nuevo ritual.
Es del norte, dijo alguno. Es una siesa, dijo alguna...
Niños y niñas, hacerme caso, el beso está sobrevalorado.
Dicen El País y Sheldon Cooper, que un beso de 10 segundos conlleva 80 millones de bacterias. Y viendo sonreir a alguno, yo duplicaría la colonia.
Pero vamos, ¿que queréis besaros? Pues hala, sin control, insensatos...
¡Felicidades besucones,... y Hermenegildos!
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